miércoles, 12 de mayo de 2010

"EL SISTEMA CIRCULATORIO"










ÍNDICE
Introducción
2. El corazón
Partes del corazón
Funcionamiento del corazón
3. Los vasos sanguíneos
4. La sangre
Tipos de células
Grupos sanguíneos
Análisis de sangre
5. La circulación
Escucha el “lup-dup”
El pulso
6. Las donaciones
¿Qué es una donación?
Donación de sangre
Trasplante de corazón
7. Enfermedades del sistema circulatorio
8. Salud y prevención
9. Bibliografía

Introducción


El aparato circulatorio se encarga del transporte de la sangre a todas las partes del cuerpo. El movimiento de la sangre dentro del cuerpo se denomina circulación. La sangre es un líquido rojo que recorre todo el cuerpo impulsada por el corazón y recoge el oxígeno de los pulmones y los nutrientes del intestino para distribuirlos por todas las células de nuestro cuerpo. Después de que las células utilizan el oxígeno, retira los deshechos y el dióxido de carbono para su eliminación. Además, interviene en la regulación de la temperatura corporal y conduce una enorme cantidad de hormonas o mensajes químicos, y potentes defensas contra las enfermedades. Podemos considerar el aparato circulatorio como un sistema de bombeo continuo, en circuito cerrado, formado por:
Motor: Corazón.
Conductos o vasos sanguíneos: Arterias, Venas y Capilares.
Fluido: Sangre.

El corazón


El corazón es un órgano hueco, del tamaño del puño y forma de pera, mide 12,5 centímetros de longitud y pesa aproximadamente 450 gramos. Este poderosísimo órgano se encuentra situado en el interior del tórax, entre ambos pulmones. Está formado por un músculo hueco llamado miocardio, recubierto en el lado interno por el endocardio y en el externo por el pericardio.Como una bomba, el corazón impulsa la sangre por todo el organismo. El corazón late unas setenta veces por minuto y es como si bombeara todos los días unos 10.000 litros de sangre.

Partes del Corazón
El corazón está dividido en dos mitades que no se comunican entre sí: una derecha y otra izquierda. A lo largo de la mitad del corazón hay una pared musculosa y gruesa llamada tabique. La tarea de este tabique es separar el lado izquierdo del lado derecho del corazón. La mitad derecha siempre contiene sangre con poco oxígeno, procedente de las venas cava superior e inferior, mientras que la mitad izquierda del corazón siempre posee sangre rica en oxígeno procedente de las venas pulmonares que será distribuida para oxigenar los tejidos del organismo desde las ramificaciones de la gran arteria aorta.



Cada mitad del corazón presenta una cavidad superior o aurícula, y otra inferior o ventrículo, de paredes musculares muy desarrolladas. Es decir, hay dos aurículas: derecha e izquierda, y dos ventrículos: derecho e izquierdo. Entre la aurícula y el ventrículo de la misma mitad cardiaca existen unas válvulas que se abren y cierran continuamente, permitiendo o impidiendo el flujo sanguíneo desde el ventrículo a su correspondiente aurícula. Cuando las gruesas paredes musculares de un ventrículo se contraen (sístole ventricular), la válvula correspondiente se cierra, impidiendo el paso de sangre hacia la aurícula, con lo que la sangre fluye con fuerza hacia las arterias. Cuando un ventrículo se relaja, al mismo tiempo la aurícula se contrae, fluyendo la sangre por esta sístole auricular y por la abertura de la válvula.

Funcionamiento del corazón
El corazón no descansa nunca. Podemos sentir sus palpitaciones o latidos durante el día y la noche. El corazón realiza un movimiento de contracción (sístole) para impulsar la sangre y lograr que ésta llegue a todos los rincones del cuerpo. Por el contrario, cuando se relaja (diástole) vuelve a llenarse de sangre. El corazón es un músculo muy especial, puesto que late sin necesidad de que sea el cerebro quien le envíe la orden precisa de que lo haga. Además adapta siempre su movimiento a las necesidades del organismo: si corremos o saltamos, irá más deprisa; si dormimos, latirá lentamente.
La sístole y la diástole no se realizan a la vez en todo el corazón. Los movimientos ocurren en tres fases:

- Sístole auricular: se contraen las aurículas y la sangre pasa a los ventrículos que estaban vacíos.
- Sístole ventricular: los ventrículos se contraen y la sangre que no puede volver a las aurículas porque se han cerrado las válvulas de comunicación con ellas y sale por las arterias pulmonar y aorta. Estas arterias también tienen al principio unas válvulas (válvulas sigmoideas), que evitan que la sangre vuelva a entrar en el corazón.
- Diástole general: Los músculos de las aurículas y los ventrículos se relajan y la sangre entra de nuevo a las aurículas. Los golpes que se producen en la contracción de los ventrículos originan los latidos, que en el hombre oscilan entre 70 y 80 latidos por minuto.

Los vasos sanguíneos
La sangre recorre todo nuestro organismo a través de unos conductos llamados vasos sanguíneos que forman un circuito cerrado. Esto significa que la sangre continuamente está dando vueltas por el mismo recorrido, sin salirse nunca del circuito. Los vasos sanguíneos son de tres tipos: arterias, venas y capilares.Arterias: Son vasos de paredes gruesas. Llevan sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Del ventrículo izquierdo nace la arteria aorta, y del derecho nace la pulmonar.
Venas: Son vasos con paredes delgadas. Llevan sangre del cuerpo hacia el corazón.
Capilares: Son vasos muy finos y de paredes muy delgadas, que unen venas con arterias. Su única función es permitir el intercambio de gases y de nutrientes.

Los vasos sanguíneos (arterias, capilares y venas) son conductos musculares elásticos que distribuyen y recogen la sangre de todos los rincones del cuerpo. Las grandes arterias que salen desde los ventrículos del corazón van ramificándose y haciéndose más finas hasta que por fin se convierten en capilares, vasos tan finos que a través de ellos se realiza el intercambio gaseoso y de sustancias entre la sangre y los tejidos. Después de este intercambio sangre-tejidos a través de la red capilar, los capilares van reuniéndose en vénulas y venas por donde la sangre regresa a las aurículas del corazón. Y vuelta a empezar. Gracias al impulso del corazón este circuito siempre está en funcionamiento.

La sangre

La sangre es un líquido de color rojizo sin el que no podemos vivir. Está formada por cuatro elementos: el plasma que lleva alimento a todas las células, las plaquetas que ayudan a curar las heridas, los glóbulos rojos que llevan oxígeno a las células y los glóbulos blancos que nos defienden contra los gérmenes. La sangre recorre el organismo transportando células y todos los elementos necesarios para realizar las funciones vitales y todo un conjunto de funciones muy complejas y muy importantes para la vida.
Como ya hemos dicho, la sangre circula por los vasos sanguíneos: arterias, venas y capilares.

Tipos de células
La sangre está formada por distintos componentes:
Glóbulos Rojos, Eritrocitos o Hematíes: Son las células sanguíneas más numerosas y la hemoglobina que contienen es la responsable de su color rojo. Se forman en la médula ósea, que se halla dentro de los huesos del esqueleto, desde donde son liberados al torrente sanguíneo. Su función es transportar el oxígeno desde los pulmones a los diferentes tejidos del cuerpo para que las células respiren, y también eliminan los residuos producidos por la actividad de las células.
Glóbulos Blancos o Leucocitos: Son los encargados de proteger al organismo contra los diferentes tipos de microbios. Cuando hay una infección aumentan su número para mejorar las defensas. Unos se forman en la médula ósea y otros en el sistema linfático.
Plaquetas: Son las células más pequeñas. Se producen también en la médula ósea y viven unos 6-7 días. Las plaquetas intervienen cuando se produce una rotura en alguna de las conducciones de la sangre. Se adhieren rápidamente al lugar de la herida para parar la hemorragia, dando tiempo a la formación del coágulo definitivo.
El Plasma: Es un líquido compuesto de agua, proteínas, sales minerales y otras sustancias necesarias para el funcionamiento normal del organismo y en el que se encuentran "nadando" las células sanguíneas.

Grupos sanguíneos
Aunque la sangre de todas las personas parece igual, se ha descubierto que existen diferentes grupos sanguíneos. Esto es muy importante para las transfusiones de sangre ya que no se pueden mezclar sangre de distinto tipo, salvo el grupo O que puede mezclarse con cualquiera.
Grupo sanguíneo es cada uno de los diversos tipos en que se ha clasificado la sangre de las personas. Estos grupos son cuatro y se conocen como 0, A, B, AB.

Análisis de sangre
Los análisis de sangre sirven para ayudar al diagnóstico de enfermedades o como control de nuestra salud. Se extrae una pequeña cantidad en una jeringuilla y se analiza en un laboratorio.
Mediante los análisis de sangre se puede saber nuestro grupo sanguíneo, si una mujer está embarazada o detectar la presencia de muchas enfermedades habituales y frecuentes como pueden ser la anemia, la diabetes, infecciones, pero también pueden dar a conocer otras menos frecuentes y más graves como la leucemia u otros tipos de cáncer.

La circulación
La circulación sanguínea es el paso de la sangre por todo el organismo. Los vertebrados con pulmones tienen circulación doble es decir el corazón funciona como un sistema de doble bomba y existen dos circuitos circulatorios:
El menor o pulmonar, en el que la sangre va del corazón, por las arterias pulmonares, a los pulmones, donde se oxigena, y de éstos vuelve al corazón por las venas pulmonares.
El mayor o general, en el que la sangre oxigenada sale del corazón por la aorta, se distribuye por todo el cuerpo y regresa al corazón por las venas.

En la circulación pulmonar, la sangre es enviada a los pulmones donde se oxigena y luego regresa al corazón por de las venas pulmonares que desembocan en la aurícula izquierda.
Cuando esta aurícula se contrae, la sangre pasa al ventrículo izquierdo y desde allí a la aorta gracias a la contracción ventricular. Una válvula (llamada bicúspide o mitral) impide que la sangre vuelva hacia la aurícula y las válvulas semilunares o sigmoideas, que se localizan al principio de la aorta, evita el reflujo hacia el ventrículo.
En la circulación mayor, la sangre oxigenada sale del corazón por las arterias para recorrer hasta el último rincón de nuestro cuerpo, llevando el oxígeno y nutrientes necesarios a todas las células. Al final, regresa al corazón por las venas, pero ya ha dejado todo el oxígeno y vuelve cargada de dióxido de carbono (CO2). Ahora comienza de nuevo el ciclo: primero la sangre se vuelve a oxigenar y luego se reparte por todo el cuerpo.
Escucha el “lub-dup”
Cuando vas a un chequeo, el médico utiliza un estetoscopio para escuchar tu corazón. Un corazón sano hace "lub-dup" con cada latido. Este sonido proviene de las válvulas que se cierran para atrapar la sangre dentro del corazón. El primer sonido (el "lub") se produce cuando la sangre llega a la válvula mitral y a la tricúspide entre las aurículas y los ventrículos. El siguiente sonido (el "dup") se produce cuando la sangre llega a la válvula aórtica y a la pulmonar que se cierran cuando el corazón se relaja para llenarse de sangre para el siguiente latido. La próxima vez que vayas al médico, pregúntale si tú también puedes escuchar el "lub-dup".
El pulso
Aunque el corazón está dentro de ti, hay una forma muy fácil de verlo trabajar desde fuera, ¡sintiendo tu pulso! Puedes encontrarte el pulso al presionar ligeramente en la parte interior de la muñeca, justo debajo de tu pulgar. Es mejor usar el dedo índice o el dedo medio de la otra mano porque tu pulgar tiene un pulso propio. ¡Y tantos pulsos te confundirían!
Sabrás que te has encontrado el pulso cuando sientas un pequeño latido bajo tu piel. Cada latido está causado por la contracción de tu corazón. Si quieres saber cuál es tu frecuencia cardiaca, usa un reloj con segundero y cuenta cuántos latidos sientes en un minuto. Cuando estés en reposo, probablemente notarás unos 70 latidos por minuto. Cuando corres mucho, tu cuerpo necesita más sangre fresca. Tu corazón bombea más rápido para abastecer la sangre fresca que tu cuerpo necesita. Puede que hasta sientas cómo late tu corazón en el pecho. Intenta correr en el mismo lugar o saltar a la cuerda unos minutos y vuelve a tomarte el pulso; ¿cuántos latidos cuentas ahora en un minuto?
Las donaciones

¿Qué es una donación?
En medicina se llama donación al acto de dar un órgano o parte del cuerpo, por parte de una persona (donante) a otra que lo necesita para seguir viviendo o mejorar su salud (receptor). Se puede donar sangre, óvulos, riñones, corazón, médula ósea, etc.
En algunos casos la donación la puede hacer una persona viva (óvulos, semen, sangre...) pero en otras ocasiones es necesario que el donante haya fallecido para poder extraerle órganos vitales: corazón, pulmones...
El número de donaciones de órganos en España se sitúa en torno al 46,75 donantes por millón, según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), lo que sitúa a nuestro país en el primer lugar del mundo por número de donantes.
Donar es un acto de generosidad que salva muchas vidas. En el caso de la donación de sangre, no supone un gran esfuerzo. ¿Qué es un pequeño pinchazo comparado con salvar la vida de un ser humano?

La donación de sangre
La transfusión de sangre o de sus derivados se ha convertido en una parte imprescindible en la actual asistencia sanitaria. El aumento de los accidentes (especialmente de tráfico), la creación de unidades de medicina intensiva, y las necesidades de algunos enfermos que antes eran considerados irrecuperables son algunos de los elementos que han provocado esta demanda creciente de sangre. Un poco de nuestra sangre puede salvar la vida de muchas personas.

El trasplante de corazón

El trasplante de corazón es necesario en los pacientes que presentan una enfermedad cardíaca en fase terminal que evoluciona hacia una enfermedad cardíaca que no responde a los medicamentos habituales. Es un procedimiento que se ha hecho desde hace más de 20 años, cada vez con más éxito, y que en la actualidad se lleva a cabo en muchos hospitales de todo el mundo. No es una solución para todos los problemas de corazón. De hecho, sólo puede llevarse a cabo en un pequeño número de pacientes que tengan menos de 55-60 años, con algunas enfermedades cardíacas muy concretas que limiten mucho su esperanza de vida, a no más de 2 ó 3 años, que tengan todos los otros órganos vitales en excelente estado (particularmente los riñones, el hígado y los pulmones), que sean muy estables emocionalmente y que tengan una familia muy colaboradora. Cuando un trasplante de corazón tiene éxito, la mayoría de los receptores se recuperan hasta llevar una vida relativamente normal. Un 80 % de ellos vive activamente al cabo de un año, y algunos receptores han vivido más de una década después del trasplante, gracias a la generosidad del donante y su familia.

Enfermedades del sistema circulatorio
Las enfermedades que afectan al aparato circulatorio son la primera causa de mortalidad en el mundo occidental. El aumento de este tipo de enfermedades se debe a múltiples razones, especialmente a factores como:Sedentarismo: La falta de actividad física, debido en parte al cambio de actividades que tradicionalmente exigían un esfuerzo físico, por otro tipo de actividades más sedentarias e intelectuales, ha provocado un aumento de las enfermedades cardiovasculares.
Obesidad y malos hábitos alimentarios: El hábito de utilizar una dieta de productos industriales, muy rica en grasas saturadas favorecen la aparición del colesterol y producen un "espesamiento " de la sangre. Esto hace que aumente la obesidad y este tipo de enfermedades.
Estrés: La sociedad actual, crea en sus ciudadanos un estado de tensión emocional o estrés que afecta la salud, especialmente el corazón.
Tóxicos: Entre los tóxicos se encuentran el tabaco, el alcohol, el café, los conservantes o colorantes alimentarios, la contaminación atmosférica o el consumo excesivo de medicamentos.
El colesterol
El colesterol es una sustancia que aparece en la sangre y los tejidos de los animales. Es necesario para el buen funcionamiento del organismo, en funciones tan importantes como la formación de la vitamina D o las hormonas. Sin el colesterol nuestro organismo sería incapaz de absorber grasas. Sin embargo, un exceso del colesterol supone un deterioro de la salud. La acumulación de colesterol en las paredes de las arterias es una de las causas de la arteriosclerosis. Los niveles altos de colesterol aumentan el riesgo de sufrir alguna enfermedad vascular, como infartos o hemorragias cerebrales.
La hipertensión Arterial
Tensión alta o hipertensión es un término que se refiere al hecho de que la sangre viaja por las arterias a una presión mayor que la deseable para la salud.En algunos casos, puede ocasionar mareos, sangrado por la nariz, o dolores de cabeza, pero la mayoría de los afectados no tienen síntomas. Eso no quiere decir que no sea peligrosa: gran parte de las muertes que se producen cada año lo son como consecuencia directa de la hipertensión o de sus complicaciones sobre el sistema cardiovascular o el riñón.
AnemiaLa anemia es un trastorno común de la sangre, causado cuando hay una bajada en la hemoglobina o en los glóbulos rojos de la sangre. La anemia a menudo es un síntoma de una enfermedad más que una enfermedad en sí misma.
La leucemia
La leucemia es una enfermedad que se caracteriza por la transformación de las células formadoras de sangre en células cancerosas. Estas células se multiplican e invaden la médula ósea, los ganglios y la sangre pudiendo llegar a todos los tejidos. No se conocen bien sus causas. Es el cáncer más frecuente en la infancia. Actualmente, con la utilización de los nuevos tratamientos, se pueden curar un 70% de los casos.
El infarto de miocardio
Un ataque al corazón, o infarto de miocardio, ocurre cuando una o más zonas del músculo cardíaco sufren una disminución prolongada de oxígeno causada por un bloqueo del flujo de la sangre al músculo cardíaco.
El bloqueo normalmente se debe a la arteriosclerosis, una acumulación de grasas, especialmente el colesterol en el interior de las paredes de las arterias. A medida que se acumula la placa en la arteria, ésta se estrecha gradualmente y después se obstruye, cortando el flujo de sangre y de oxígeno al corazón, por lo que las células musculares sufren graves daños o mueren.
Los factores que aumentan las posibilidades de sufrir un infarto son: hipertensión, alto nivel de colesterol, fumar, estrés, vida sedentaria y sobrepeso.

Salud y Prevención
La salud del aparato circulatorio está relacionada con los hábitos alimenticios y de comportamiento en nuestra vida diaria.
La alimentación ha de estar basada en las dietas tradicionales elaboradas en casa a base de productos naturales en las que predominan los componentes vegetales sobre los animales, una alimentación rica en frutas y verduras, en cereales integrales, en legumbres y aceites ricos en grasas insaturadas que se encuentran en el pescado graso, el pollo, las nueces y en muchos tipos de aceite vegetal que no aumentan el nivel del colesterol, sino que, incluso, ejercen un efecto protector sobre el corazón y el sistema circulatorio.


Se debe comer diariamente una diferente gama de alimentos pertenecientes a las cinco grandes categoría alimentación sana: pan, cereales y otros productos a base de grano, fruta, verduras, carne, pollo, pescado, huevos y otras fuentes de proteínas vegetales, tales como las alubias, los guisantes, las nueces y las semillas y productos lácteos. Los carbohidratos cubren, aproximadamente, del 50 al 55% de las necesidades energéticas, las proteínas un 15 % y las grasas un 30%, Sin embargo, una gran parte de la población del mundo occidental consume demasiada grasa e ingiere una elevada proporción de carbohidratos en forma de azúcar, que carece de vitaminas, minerales y de fibra.Al reducir el consumo de grasas también se reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca. Siempre que sea posible hay que intentar consumir grasas insaturadas en lugar de las saturadas. Estas últimas se encuentran en la carne roja, la leche, el queso, el aceite de coco y de palma, la mantequilla y también en los alimentos procesados y hacen que aumente el nivel del colesterol en sangre, y este a su vez, aumenta la acumulación de grasa en las arterias. En cambio, las grasas insaturadas que se encuentran en el pescado graso, el pollo, las nueces y en muchos tipos de aceite vegetal no aumentan el nivel del colesterol, sino que, incluso, ejercen un efecto protector sobre el corazón y el sistema circulatorio.
El ejercicio físico hace que el corazón lata más deprisa y con más fuerza. De esta forma se hace cada vez más potente, trabaja con más facilidad y bombea más sangre en cada latido. Es muy importante realizar un ejercicio físico adecuado para nuestra edad y forma física para que sea beneficioso para nuestro organismo. Los esfuerzos excesivos pueden ser tan malos como la vida sedentaria.



El estrés. Una nueva actitud menos competitiva y la adopción de unos hábitos más relajantes ayudan a evitar el stress.
El hábito de fumar. Los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas como la arterioesclerosis. La arterioesclerosis coronaria es responsable de buena parte de la mortalidad de los fumadores. Existe una relación entre el hábito de fumar y las enfermedades coronarias. Produce un aumento relativo del riesgo en personas menores de 50 años, convirtiéndose en el factor de riesgo más importante en hombres jóvenes y mujeres.

Bibliografía

1. Gran Libro del Cuerpo Humano. 2009. (Monografía). 1ª Ed. Editorial Servilibro. Págs. 62-67
2. Dime ¿Por Qué…? Editorial Susaeta. Págs. 184, 188, 208
3. Diccionario de Biología. 1985. Ediciones Generales Anaya.
4. Internet (distintas páginas de información e imágenes).


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